La conmoción cerebral o contusión es el tipo de traumatismo cerebral más común y de menor gravedad. Técnicamente, una contusión es una pérdida de conocimiento por un corto período de tiempo como resultado de una lesión en la cabeza provocada por un traumatismo que interrumpe la función normal del cerebro.

Diagnóstico - El doctor le preguntará a usted y a otras personas presentes en el momento del incidente acerca de sus síntomas y cómo ocurrió la lesión. Habitualmente, la auscultación incluye estudios de fuerza, sensación, equilibrio, reflejos y memoria.

Las pruebas podrían incluir:
tomografía computarizada - un tipo de rayos X que utiliza una computadora para tomar imágenes de las estructuras internas de la cabeza
MRI - imagen de resonancia magnética, una prueba que utiliza ondas magnéticas para tomar imágenes de las estructuras internas de la cabeza

Tras una conmoción cerebral, este órgano queda momentáneamente bloqueado. Puede haber o no pérdida de consciencia, pero generalmente se observa confusión o problemas de memoria.

Cualquier incidente donde el cerebro se sacuda en forma repentina e intensa dentro del cráneo puede provocar conmoción cerebral. Por ejemplo: golpe o sacudida en la cabeza, impacto severo y detención abrupta (por ejemplo, como resultado de una colisión automovilística)

La conmoción cerebral suele ser producto de accidentes que involucran: vehículos motorizados, deportes y recreación, caídas, armas de fuego y violencia física. En todos ellos puede producirse una importante aceleración o desaceleración del cráneo y, dado que el cerebro es una masa inerte al interior de este y puede tener una menor desaceleración al momento del impacto.

El objetivo del tratamiento es permitir el alivio o disminución de la lesión cerebral.

El tratamiento puede incluir:

  • Descanso - proveer el tiempo adecuado para la recuperación. Esto significa, no precipitarse a las actividades diarias, tales como el trabajo o la escuela.
  • La observación de un adulto responsable - alguien que despierte al paciente cada cierto tiempo, según aconseje el médico. El médico le explicará cómo identificar complicaciones; por ejemplo, sangrado cerebral.
  • Exposición limitada a medicamentos - no tomar medicamentos sin prescripción de un doctor. Esto es especialmente necesario en el caso de aspirina, adelgazadores de la sangre o medicamentos que provoquen somnolencia. Evitar el consumo de alcohol y fármacos ilícitos.
  • Prevenir la exposición a nuevas lesiones de este tipo y evitar actividades que puedan hacer que su cabeza rebote o se sacuda. Nunca regresar a la actividad deportiva hasta que el médico lo haya autorizado. Preguntar cuando sea seguro conducir un vehículo, ir en bicicleta, jugar en alturas o maniobrar equipo pesado.
  • Prevenir el síndrome del segundo impacto - evitar una segunda lesión en la cabeza en los niños y adolescentes que han sufrido una conmoción cerebral. Incluso una segunda lesión leve en niños y adolescentes puede aumentar rápidamente la hinchazón, provocando pérdida de conciencia e incluso la muerte.