Puede determinarlo formulándose algunas preguntas:
- ¿Poseo una fuente de ingresos estable (generalmente un trabajo)?
- ¿He estado empleado regularmente durante al menos dos o tres años?
- ¿Son confiables mis ingresos actuales?

- ¿Tengo buenos antecedentes en el pago de mis gastos?
- ¿Poseo pocas deudas a largo plazo, como cuotas de un automóvil?
- ¿Poseo dinero ahorrado para un pago inicial?
- ¿Soy capaz de pagar una hipoteca mensualmente, además de los gastos adicionales?

Si puede responder "sí" a estas preguntas, probablemente estas listo para comprar su vivienda.